Las variedades de marihuana sativa se caracterizan por tener un alto contenido en THC y muy poco CBD. Algunas variedades también sintetizan un cannabinoide conocido como THCV, con efectos antagonistas al THC en cuanto a la inducción al apetito.
Esta alto ratio entre THC y CBD repercute en un efecto más cerebral que físico de la marihuana sativa. En los catálogos de semillas se describe sus efecto como: cerebral, eufórico, social, animoso…a grandes rasgos podemos decir que las variedades sativas producen un efecto menos apalancado que sus primas indicas.
Debido a que existen muy pocas plantas totalmente sativas disponibles en semilla, el efecto de las variedades comerciales siempre tendrá un toque más pesado, heredado de las índicas.